La pasión por la vida me ha permitido vivirla intensamente, desde mi temprana adolescencia aprendí a conectarme con esa pasión a través de la danza clásica. Fui bailarina durante doce años. El ballet me enseñó el valor de la disciplina y el rigor, pero sobre todo a cómo conectarme con mi cuerpo, hacerlo un instrumento de bienestar y mi templo sagrado.  

Luego descubrí que esa pasión que me brindó el arte despertaba en mí un interés particular en los demás. Ahora me apasionaba entender cómo las emociones, pensamientos y patrones mentales, nos llevan a tomar decisiones. Me preguntaba ¿Cómo una decisión de vida puede determinar todo lo que una persona hace y es?

Esa interrogante me condujo a querer experimentar cómo influir en las personas y es ahí donde comenzó todo. Cuando me tocó escoger una carrera para estudiar en la universidad, me decidí por el camino de la publicidad y el mercadeo. Ávida de conocimiento, entré al campo de la producción de televisión y eventos especiales, en donde afiancé mi pasión por las conexiones humanas y donde entendí que el trabajo en equipo es fundamental para la vida. Esto me llevó a desarrollar una carrera exitosa en relaciones públicas e institucionales. Hasta que en el año 2002 el coaching llegó a mi vida.  

Convertirme en Coach Ontológico desarrolló en mi competencias y habilidades increíbles que pude aplicar en mi equipo de trabajo y en mi vida personal. Pero aún sentía que algo faltaba, que una pieza del rompecabezas todavía no encajaba y es así que buscando esa pieza faltante, me conecté con mi misión de vida: impactar positivamente la vida de otras mujeres. 

Fue en 2010 cuando mi vida cambia de rumbo y decido emigrar, dejar mi amado país, Venezuela, para vislumbrar otras posibilidades y oportunidades. Miami fue el destino escogido. Con todo lo que supone abandonar la tierra que te vio nacer, te crío y te formó como persona y con todos los miedos en las maletas es que finalmente me conecto 100% al campo de la transformación personal. 

Estoy plenamente convencida que los seres humanos somos un todo, y para transformarnos, necesitamos hacerlo en mente, cuerpo y emociones. Así decidí fortalecer mis habilidades como Coach Ontológico y me certifiqué como Coach de Salud y nutrición integral en el 2014. El cuidado del templo que es mi cuerpo jamás me abandonó, por el contrario ha sido una motivación constante.